Los hechos ocurrieron cuando los agentes cargaron con una brutalidad extrema para arrebatar una ikurriña a un grupo de jóvenes y evitar que fuera desplegada en la plaza.
En total, 16 personas fueron imputadas –de las cuales 12 fueron detenidas en febrero de 2010– por los altercados producidos a consecuencia de la actuación de la Policía Foral. En aquellos incidentes, un joven madrileño recibió un fuerte botellazo en la cabeza. El impacto le causó lesiones cerebrales, que le han dejado secuelas.
En vísperas del inicio del juicio contra los menores detenidos –dos de ellos de 16 años y el otro de 14–, en junio de 2011, todos los imputados comparecieron para responsabilizar "a UPN y a su Policía Municipal" de lo sucedido. Además de expresar su solidaridad con el joven madrileño, presentaron un vídeo en el que se probaba que la Policía cargó para censurar una ikurriña sin valorar el peligro que conllevaba irrumpir violentamente en la plaza.
Participación no acreditada. En la sentencia, conocida hoy, la magistrada absuelve a los tres menores acusados al considerar que no se ha acreditado su participación en los hechos.
En ese sentido, señala que los agentes que declararon como testigos no identificaron en ningún momento a los menores como autores de los hechos y tampoco se les puede identificar en las imágenes aportadas en el juicio.
La ikurriña era "grande. "A pesar de la brutalidad de las imágenes que se han hecho públicas, el mando del operativo justificó en el juicio la operación como proporcionada. Inquirido sobre por qué intentaron censurar una bandera "constitucional", como la ikurriña, el comisario afirmó que fue porque era "grande".
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