Los ultras del St. Pauli han recogido miles de firmas estas últimas semanas con el fin de detener la lenta, pero progresiva, comercialización que esta sufriendo el club del barrio rojo desde que ascendió la pasada temporada a la Bundesliga.
La iniciativa ha sido secundada por todos los colectivos de aficionados organizados con los que cuenta el club de Hamburgo. Desde los skinets hasta los Veteranen pasando por el Fanlanden, los Alte Schule o los redactores del fanzine "Der Ubersteiger".
Stefan Orth, presidente del club desde el pasado Mayo esta en el punto de mira de los aficionados, única y exclusivamente por este motivo, lo que vuelve a convertir al club braunn-weiss en la vanguardia de los aficionados al fútbol que no se resignan a ser meras comparsas del "espectáculo".
La queja principal reside en la invasión que la publicidad genera en el estadio en cualquier lugar, sea a ras de cesped, en las cantinas, en los pasillos, en los accesos...que si bien repercuten pasta en el club, también hacen perder las señas de identidad por las que este equipo es respetado en todo el mundo. Los hinchas no quieren pantallas gigantes de videomarcador, como la construida en Millentorn, para ver espectaculares anuncios de televisión antes del partido y en el descanso del mismo.
Los ultras del equipo han dicho que de no ser retirada toda esta propaganda capitalista en un plazo de tiempo prudencial, comenzarán lo que llaman "resistencia abierta" y a la que llaman al resto de aficionados, hasta conseguir echar al nuevo presidente y retirar la propaganda de su estadio.
De momento, en el pasado partido frente al Friburgo realizaron una acción, secundada por el resto del estadio, como primer aviso.
http://labandaizquierda.blogspot.com
Stefan Orth, presidente del club desde el pasado Mayo esta en el punto de mira de los aficionados, única y exclusivamente por este motivo, lo que vuelve a convertir al club braunn-weiss en la vanguardia de los aficionados al fútbol que no se resignan a ser meras comparsas del "espectáculo".
La queja principal reside en la invasión que la publicidad genera en el estadio en cualquier lugar, sea a ras de cesped, en las cantinas, en los pasillos, en los accesos...que si bien repercuten pasta en el club, también hacen perder las señas de identidad por las que este equipo es respetado en todo el mundo. Los hinchas no quieren pantallas gigantes de videomarcador, como la construida en Millentorn, para ver espectaculares anuncios de televisión antes del partido y en el descanso del mismo.
Los ultras del equipo han dicho que de no ser retirada toda esta propaganda capitalista en un plazo de tiempo prudencial, comenzarán lo que llaman "resistencia abierta" y a la que llaman al resto de aficionados, hasta conseguir echar al nuevo presidente y retirar la propaganda de su estadio.
De momento, en el pasado partido frente al Friburgo realizaron una acción, secundada por el resto del estadio, como primer aviso.
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