El pasado jueves, SOS Racismo Nafarroa fue expulsado de la estación de Autobuses.La Brigada Informativa del grupo #cerremoslosCIE (Centros de Internamientos de Extranjeros), estaba informando que, en ese espacio, se realizan controles de extranjería. Controles policiales que paran a personas por su aspecto, para pedirles que se identifiquen, para pedirles “los papeles”.La expulsión de nuestra Brigada Informativa fue debida a que no contábamos con permiso de la gerencia de la estación. A que estábamos en un “espacio público” de “gestión privada”.No sabemos si se trató de una extralimitación en sus funciones del guarda jurado o de una orden dada por la empresa, hemos pedido explicaciones.Lo que sí sabemos es que la información sobre los derechos fundamentales de las personas, la denuncia de su incumplimiento o la labor de concienciación para su respeto, no puede estar sujeta al “permiso de una empresa privada.Es grave el hecho de la expulsión, pero más grave es la vulneración de derechos que se estaba denunciando en la estación de Autobuses: los controles de extranjería, que sí permite realizar la empresa en “su espacio de gestión privada”.Controles basados en los rasgos fenotípicos de las personas que, según organismos internacionales como la ONU, son ilegales, atentan contra la libre circulación y colaboran en la propagación del racismo.Controles que se realizan no sólo en Autobuses, sino también en otros muchos puntos calientes de nuestras ciudades. Controles que son el origen de muchas órdenes de expulsión, origen de internamientos de personas en los CIE-Centros de Internamiento de Extranjeros, los Guantánamos europeos, esos agujeros negros del derecho.Lo que estábamos informando en Autobuses es que todas las personas tenemos el derecho y la obligación de ser Observadores de derechos humanos, que estamos” Si lo ves, avisa que lo difundiremos”.
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