Los vecinos de San Jorge-Sanduzelai no tenemos nada que celebrar. Sí, podemos alegrarnos de que el Tribunal Supremo ha considerado ilegal la ubicación de la nueva cárcel por falta de estudio de impacto ambiental, como hemos estado diciendo durante demasiado tiempo la vecindad, con el apoyo de casi cien técnicos y profesionales; que la colina de Soltxate no era el lugar apropiado para construir la nueva cárcel, siendo el primer responsable el Gobierno de Navarra pasado por decidir esa ubicación, por no cumplir con las reglas o leyes para poder ejecutar una construcción de esa envergadura, por no hacer caso a los técnicos del Gobierno de Navarra, por no dejarse aconsejar de otros lugares más apropiados (que existen).
Lo más lamentable de todo este atropello de abuso de poder es que será muy difícil que nos enteremos por qué eligieron ese lugar lleno de contradicciones con tanto empeño. En mi opinión esa elección posiblemente fuera por miedo a que se pudiera poner el dedo en terrenos urbanizables y que estos mermaran la posibilidad de especular todavía más el mundo de la construcción, ya que en esos años aún seguían haciéndolo. Posiblemente ahora les diera igual la ubicación para la cárcel. Por desgracia, tampoco tenemos nada que celebrar, por que parece que ha sido orquestada la contestación de la sentencia por parte del Tribunal Supremo y la terminación y ocupación de la nueva cárcel, todo en un espacio de tiempo de tres años y medio. Tampoco podemos contentarnos mientras no solucionen satisfactoriamente la cantidad de viviendas agrietadas más cercanas a las obras a consecuencia de las voladuras en el terreno para acelerar su ilegal construcción con un trabajo de 24 horas diarias, para conseguir y consiguiendo una posible situación de hechos consumados. Creo que tanto el Ayuntamiento como el Gobierno de Navarra actual, como no ha cambiado la línea política, tendrían que dar explicaciones, unos por su desidia con descarado desinterés y otros asumir responsabilidades.
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