Las calles de Buñuel volverán a ser mañana sábado escenario de un homenaje a las 52 personas fusiladas en 1936, entre ellas el alcalde y el secretario del municipio, Alfonso Marquina y Martín Domingo, y que no han sido objeto de reconocimiento. El acto, promovido por el vecino y escritor Pedro José Francés Sayas, tiene el respaldo de las asociaciones de Memoria Histórica de Navarra y de numerosas personas que a título individual piensan que "ya es hora de quitar de una vez el miedo que nos ha hecho estar en silencio tantos años".
El acto comenzará a las ocho de la tarde y se recorrerá el mismo itinerario que el 26 de agosto de 1936 realizó "la camioneta de la muerte aquella noche, que es la más trágica de la historia de nuestro pueblo". "Aquella noche del 26 de agosto de 1936 -indicó Francés-, estos hombres fueron asesinados en pocas horas por sus parientes y sus vecinos al mando de las autoridades falangistas locales y con el aliento de las hordas católicas que quisieron hacer la escarda con el fuego eterno".
En la convocatoria, los organizadores agradecen "que nos acompañéis en esta noche en la que el miedo y el terror, la hipocresía y la cobardía se apoderan de calles de Buñuel y hay que salir a cantar para combatirlos". Los asistentes realizarán este itinerario interpretando canciones hasta la puerta del cementerio, donde permanecerán hasta las 21.30. Según recoge Francés en sus investigaciones, en Buñuel hubo varias sacas y en una de ellas, la de la noche del 26 de agosto, un grupo de 40 vecinos armados fueron sacando de sus casas a 25 hombres y una mujer para matarlos. A los seis que no entraron en el furgón se les fusiló en la tapia del cementerio. 76 años después no se sabe dónde están enterrados al menos once de ellos.
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