La Asamblea Nacional francesa aprobó ayer el proyecto de ley impulsado por el diputado corso Sauveur Gandolfi-Scheit en el que se reconoce el derecho de todos los presos a cumplir sus condenas en los centros penitenciarios más cercanos a sus casas.
La iniciativa fue aprobada por todos los diputados, excepto dos representantes de Front de Gauche, que se abstuvieron.
El alcalde de Baiona y diputado de la UMP, Jean Grenet, pidió ante la Cámara francesa el acercamiento de los presos políticos vascos "como un gesto de apaciguamiento" ante el nuevo tiempo abierto en Euskal Herria a raíz del cese definitivo de la actividad armada de ETA. En el marco de una proposición de ley para el acercamiento de los presos a sus familias presentada por un diputado corso, aseguró que la dispersión supone "una doble condena", ya que a la impuesta por los tribunales se suma el "aislamiento" de la familia y los amigos.
Grenet, que se refirió casi exclusivamente a los prisioneros vascos, señaló que tratar a los presos "humanamente, dándoles la ocasión de comprender que se ha pasado página, es una oportunidad que hay que aprovechar y que un Estado de derecho puede ensalzar". También reclamó que, en el contexto de "la voluntad compartida de acabar con el conflicto en el País Vasco", se ponga fin a "ciertos procesos de extradición que no tienen sentido". Puso el ejemplo del caso de Aurore Martin.
gara.net
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