sábado, 14 de enero de 2012

¿COMO AFRONTAR CON ÉXITO LA BATALLA DE LAS IDEAS?

Queremos formarnos como personas completas y sanas, formarnos como militantes capaces de utilizar la dialéctica como ciencia, arte y arma

Los problemas que sufre el pueblo trabajador vasco bajo la dictadura de la burguesía y la opresión nacional son problemas colectivos, agudizados por esta nueva ofensiva del capitalismo-imperialismo. Las soluciones que surjan fruto de nuestras luchas también serán colectivas y no olvidarán que esos problemas nos afectan como individuos, como personas con nombres, vida e historias propias, todas igualmente diferentes. Nuestra respuesta a la pregunta de cómo afrontar con éxito la batalla de las ideas, aunque clásica y obvia, sigue siendo: más y mejor organización, más y mayor formación.

Partimos de una situación en la que nuestros lazos de dependencia con este sistema son muy fuertes y nos mantienen sometidos y alienados. Son lazos individuales y colectivos y ya es hora de ir aflojándolos, rompiéndolos. No sólo nos referimos a los evidentes lazos materiales que nos ahogan cada vez más, también a las cadenas de oro de las conductas, creencias y valores burgueses con los que nos alienamos en mayor o menor medida, incluidos los sectores más conscientes y mejor organizados del pueblo trabajador vasco.

En estas cadenas de oro, incluimos los conceptos de educación y cultura, tal y como los interiorizamos y vivimos desde las clases sometidas de Euskal Herria. De ahí se entiende que, en lo referente a la formación de las personas más comprometidas con las luchas de este pueblo, sigamos anclados a viejos paradigmas de acumulación de datos (en el tener). Datos suministrados en forma de informes y conferencias donde el «alumno» asume de forma más o menos pasiva la recepción de la información, suministrada por una «autoridad en la materia», que muchas veces ni siquiera es un buen comunicador. Esto sucede en la mejor de las situaciones, en el caso de que ya exista alguna formación más allá del ritual anual o de la publicación puntual para cubrir el expediente.

Con esta valoración no negamos el extraordinario bagaje de la militancia en compromiso, experiencia, conocimientos organizativos, intuitivos... simplemente apuntamos un vacío y subrayamos un área de mejoras evidentes, sobre todo a nivel de organizaciones.

Proponemos aunar esfuerzos para cambiar de paradigma formativo. Queremos formarnos como personas completas y sanas (en el ser), formarnos como militantes capaces de utilizar la dialéctica como ciencia, arte y arma. Queremos tener las herramientas y las destrezas para encontrar por nosotros mismos los datos que nos sean útiles, distinguirlos de las manipulaciones, comprenderlos, analizarlos, organizarlos e integrarlos con lo que sabemos. Queremos aprender a escucharnos y a argumentar, a hablar delante del pueblo, a desarrollar un pensamiento crítico y creativo radical, que vaya a la raíz de los problemas y nos permita la capacidad y agilidad de incidir de abajo a arriba. Queremos hacer realidad todo este trabajo de la manera más sencilla y eficaz. Y queremos hacerlo en colectivo.

Existe un tesoro de experiencias, metodologías, teorías y vivencias en la tradición revolucionaria marxista, forjada por las luchas de los que nos precedieron y nos acompañan. Además de explorar los últimos avances en pedagogía y desarrollo del potencial humano, podemos aprender de esa tradición viva, trayendo a nuestro aquí y ahora, mediante la praxis, todo aquello que nos sirva para afianzar un proceso de liberación real: la independencia y el socialismo para Euskal Herria, como un paso más hacia la sociedad sin clases y el comunismo.
* Aitor Saiz de Lasheras Miembro de EHK
gara.net

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