jueves, 7 de abril de 2011

EL BOIKOT NO ES ANTISEMITA

Varios medios catalanes, gallegos y vascos acaban de publicar un manifiesto en el que se descalifica la campaña de boicot a Israel, al considerar que está impulsando que se cometan «actos discriminatorios contra ciudadanos israelíes que reavivan el odio contra los judíos en general». El documento que aparece firmado, entre otros, por el senador jeltzale Iñaki Anasagasti, el euskaltzain Xabier Kintana, el ex vicepresident de la Generalitat catalana Josep-Lluís Carod-Rovira y la ex independentista y hoy tertuliana televisiva Pilar Rahola no puede estar más errado y ser más tendencioso.

"Boicot a Israel. Es lo mínimo que tú puedes hacer..."
El llamamiento al boicot, desinversión y sanciones (BDS) contra el Estado sionista de Israel se basa en que vulnera la legislación internacional y somete a la población palestina a una discriminación permanente y una conculcación de derechos que numerosos agentes de la propia sociedad palestina -incluidos quienes tienen pasaporte israelí- han denunciado. En ningún caso se actúa contra personas judías, sino contra expresiones del Estado sionista que pretenden vender la idea de que Israel es una democracia, se vistan de equipo de baloncesto o de cantante falsamente integradora. No vamos a dudar ahora de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica del arzobispo Desmond Tutu. Pues el propio Tutu comparó la situación que padecían los negros en Sudáfrica con la que sufren ahora los palestinos. Aunque Anasagasti y Rahola no la quieran ver.

Decir que es «una irresponsabilidad que bajo el argumento de la solidaridad se intente importar a nuestras sociedades un conflicto externo» es una clara demostración de que los firmantes del manifiesto contra el boicot no son conscientes de que una de las bases del internacionalismo es, precisamente, denunciar cualquier injusticia en cualquier parte del mundo. Lo dijo un tal Che Guevara.

Una vez más, asistimos a un intento de presentar la solidaridad con los palestinos como antisemita, cuando los árabes son un pueblo semita. Una vez más, asistimos a un intento de criminalizar la solidaridad y el internacionalismo.

Martxelo Díaz.- Periodista- GARA

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